martes, 26 de febrero de 2008

El debate - 1. El villano en su rincón. Art. 251

Puedo anticipar y anticipo, emulando la histórica frase del ex presidente Suárez – a quien la Historia parece que ya le ha hecho justicia al considerarle el verdadero artífice de la democracia española – que mi voto para las próximas elecciones del 9 de marzo ya estaba decidido desde hace meses. Pero, como me considero independiente a ultranza de cualquier Partido Político, voy a exponerles mi opinión tras el primer debate televisivo – celebrado anoche – de los dos que tienen fijados los candidatos de los dos Partidos mayoritarios.
No voy a entrar en discusiones, como hacen los Medios de Comunicación, sobre quién fue el triunfador del mismo. Para mí que ganó Mariano Rajoy. A los puntos y por escaso margen como en un reñido combate, utilizando términos boxísticos, pero supo alzarse con la victoria en este encuentro.
Lo que sí me ha quedado muy claro, y voy a ser muy breve en esta ocasión, es que si tuviera que confiar mis escasísimos ahorros y el porvenir de mi jubilación en manos de uno de ambos oponentes lo haría sin dudar en las de Mariano Rajoy y nunca en las de su oponente. Pero, también siendo conciso y contundente, les aclaro que jamás los confiaría – si pudiera evitarlo – en las decisiones políticas de ninguno de los dos Partidos a los que representan.
Más claro creo que no se puede ser, salvo que pensemos en el agua del antiquísimo Canal de Lozoya que abastecía hace muchos años a la población de Madrid. Se puede decir más alto, pero desde luego que no con mayor crudeza.
Y si alguien me pregunta mis razones para pensar así le contestaré que ambas facciones exhalan más olor a chorizo que una charcutería. En ella habrá géneros de mejor y de peor calidad, más gustosos al paladar o menos; pero todos, al final, huelen parecido. Así de claro.
La semana que viene más.
¡Saludos!

miércoles, 20 de febrero de 2008

Deseo estremecerme entre tus brazos

Deseo estremecerme entre tus brazos,
notar sobre mi espalda tus caricias;
fundirme con tu cuerpo en mil abrazos,
gozar de tus caderas las delicias.

Y luego el reposar, ya muy tranquilo;
sin nada que temer, mi mente en calma.
estando mi cerebro así, no en vilo,
a gusto he de sentir se encuentra el alma.

¿Vendrás y lograré tenerte un día
o acaso realidad no se hará el sueño?
Acude, por favor, mi pecho ansía
del ser que añoro tanto ser el dueño.

Mi pobre España

La paz y la armonía, sobre todo,
debieran de reinar aquí en España;
mas siempre el uno al otro dando caña
está en lugar de andar codo con codo.

¿Posible no será, no existe el modo
de hablarnos con amor y no con saña?
Mi olfato, que muy rara vez me engaña,
me indica que es jardín que apesta a lodo.

Tenemos un vergel lleno de flores
y a estiércol más que a rosas echa aroma.
Les digo la verdad, caros señores:

No crean que les gasto alguna broma.
Perdidos la honradez y los valores,
cualquiera lo que puede se lo toma.

España se halla en coma
por mucho que aseguren que está en cura.
Fatal, causa la muerte la locura.

martes, 19 de febrero de 2008

Vergüenza me da pedir...

Vergüenza me da pedir,
mas no existe más remedio.
¡Qué tristeza es mendigar
para quien tiró el dinero!

Dispuse de una fortuna
siendo sólo un jovenzuelo.
Y ahora, ya ves, mendigando,
cuando comienzo a ser viejo.

¡Los cambios que da la vida!
¡Tener que vivir de un sueldo
escaso y vil! Y de un jefe
el capricho obedeciendo.

Fue por mi mala cabeza,
por no aprovechar el tiempo.
No preví para el mañana,
pensé que estaba muy lejos.

Siendo joven no se tiene
en cuenta más que los sueños,
pero nunca en realidades
se suelen convertir estos.

Y hoy me veo suplicante,
con mi orgullo por el suelo.
No tuve que gastar tanto,
tuve que andarme con tiento.

- ¡Que me quiten lo bailao! -.
Dijo el tonto, satisfecho.
¡Qué bailes ni qué ocho cuartos
si hoy pasas hambre! ¡So lelo!

Mas pocas veces se aprende
al ver los males ajenos.
Uno mismo ha de vivirlos.
Si no, no estamos contentos.

viernes, 15 de febrero de 2008

La reforma

No deben temer, al leer el título de este artículo, que les vaya a hablar de la que llevó a cabo el monje Martín Lutero. De aquella han pasado ya muchos siglos y casi siempre suelo opinar sobre la actualidad. Y, actualmente, en España estamos en periodo preelectoral. En la época del “antes de meter, mucho prometer; pero después de metido, nada de lo prometido”. Frase que hiciera célebre el cómico Pajares hace años.
Todos los Partidos Políticos hacen muchas promesas: Que van a cambiar todo para mejor si triunfan en los comicios, que van a conseguir que vivamos todos en la Gloria. E, incluso, alguno llega a ofrecer dinero como si quisiera comprar los votos.
Pero he aquí que, de repente, llega el señor ministro de Justicia y decide que está muy bien ofrecer que mejore la vida de los demás pero que de momento tiene que mejorar la suya propia. Y aduciendo motivos de seguridad, sin más explicaciones, se alquila un “apartamentito” de 240 metros cuadrados. Lugar donde ya han vivido otros políticos, incluyendo a Mariano Rajoy, y considera que debe efectuar una “reforma” en el mismo.
De ahí proviene el encabezado.
En plena época de crisis económica, reconocida a medias por su propio Grupo y palpable realmente en la calle y en todas las empresas, este buen señor se gasta 250.000 € - 45 millones de pesetas, más o menos – en decorar su casa y en mejorar la seguridad de la misma aparte de colocar unas nuevas jardineras. Ignoro si es que habrá transplantado parte del Parque del Buen Retiro a la vivienda, pero es muy posible. Y todo ello con cargo a las arcas públicas, naturalmente, que no lo ha pagado de su bolsillo.
A todo esto, el señor ministro dispone de piso propio en Madrid; el cual puedo comprender que fuera válido para un magistrado pero no para un miembro del Gobierno. La seguridad de un juez puede ser menor. Por ello mismo han asesinado a más de uno y no a ningún ministro, pero eso es harina de otro costal. Los jueces lo son por oposición y los ministros son nombrados a dedo; luego hay que proteger más a los amigos que a los que pueden no serlo.
De todas formas, como no creo que todo ese dineral se haya ido en sistemas de alarma con rayos infrarrojos y demás sofisticados inventos para salvaguardar la vida del alto cargo sino también para dotar a la vivienda de más lujosos cuartos de baño y de muebles y tresillos suntuosos, me agradaría saber qué diferencia existe entre el culo de un ministro y los del resto de los ciudadanos para que tenga que sentarlo sobre cerámica artística o quizás hasta de mármol y no sobre un inodoro moderno pero normalito.
Es de suponer que también su cuerpo será más delicado y necesite retreparse sobre sofás más cómodos, para no dañarse.
Y todo esto a menos de un mes de las Elecciones Generales... Es para que se le pusiera la cara del mismo color que su apellido, Bermejo; pero, descuiden, que eso no ocurrirá.
Lo que desconozco es lo que habrán pensado sus colegas de Economía, a quien se le dispara el IPC, y el de Trabajo que ve cómo se le incrementa la lista del paro.
Zapatero, como es de esperar, lo habrá tomado con su mejor talante; pero tal vez tampoco le haya hecho mucha gracia. Vender la piel del oso antes de matarlo es malo. Despilfarrar el dinero de esa venta puede ser contraproducente.
¿Y estos son los que proclaman la Justicia Social? Pensarán que ésta comienza por ellos mismos, como la caridad bien entendida.
Volviendo a casa he visto un eslogan de ZP: - ¡Nos queda mucho por hacer todavía! –
Claro, las reformas de las viviendas de los demás miembros del Partido.
¡Hasta pronto!

sábado, 9 de febrero de 2008

Montes de Granada hermosa



Montes de Granada hermosa,
jazmines que hay en la vega,
ojos de mujer moruna,
al irme me voy con pena.

Tierra que vio a Federico
componiendo sus poemas,
hechizo de bellas noches,
suspiros entre tinieblas...

Es el rey moro quien gime,
quien llora, quien se lamenta,
tras su obligada partida,
despojado de su hacienda.

Esta tarde, en breve rato,
he de partir y aquí queda,
sin dejar amor ninguno,
el alma de amores llena.

Aguardo volver a verte
y espero que cuando vuelva
sigas tan bella y hermosa.
Adiós, Granada serena.

No me extraño de las luchas,
nada me extrañan las guerras
que mantuvieron los moros
y los cristianos, sin tregua,

por conseguir tus vergeles,
por conquistar tu belleza,
por ser dueños de tus fuentes,
de tu Alhambra, tus callejas.

Adiós, Granada, ya parto.
Veo un tren que va a Marchena;
un poco tarda aún el mío,
que va a tierras madrileñas.


Magerit también fue mora,
algo de tu sangre lleva,
pero no tiene el encanto
de tus mujeres morenas.

Y aunque castizo de estirpe,
por muy chulapo que sea,
siento en el alma honda envidia
de quien se queda a tu vera.

Adiós, Granada querida;
ya comprendí que un poeta
bajo tu sol alumbraras.
¡Que él me transmita su emblema!